Ocho años pasaron desde el lanzamiento de “Stiff Upper Lip”, el último disco de estudio de la agrupación australiana AC/DC. Mientras sus integrantes superan en promedio los 55 años, restaba saber si aun estaban en condiciones de darle vida al rock and roll. Al escuchar el tema que abre el CD, “Rock N' Roll Train”, esas dudas comienzan a disiparse rápidamente.
“Rock N' Roll Train” es una genuina gema de rock and roll, que bien podría haberse incluido en el supervendedor “Black In Black”, o en cualquiera de los discos que la banda publicó en los años '80. Nada nuevo bajo el sol. Pero justamente eso es lo que se le pide a AC/DC: Nada nuevo. “Rock N' Roll Train” es la canción ideal para abrir esta producción.
La voz de Brian Johnson permanece inmutable a pesar del paso de los años, y constituye un estilo único que se asocia indefectiblemente a AC/DC. La guitarra de Angus Young dista mucho de ser virtuosa (si la comparamos con Yngwie Malmsteen, por ejemplo), pero no por ello deja de ser efectiva. Y el uniforme escolar sigue estando presente, como en los mejores días.
“Black Ice” (o hielo negro, que es lo que se forma en las rutas cuando el hielo se mezcla con la goma de las cubiertas) contiene 15 temas, y los 14 restantes siguen la misma línea. Mucho rock, guitarras bien al frente y la inclaudicable voz de Johnson. De hecho, tres de los temas del álbum tienen el término “rock and roll” en su título. Y de eso se trata AC/DC. Simplemente de rock and roll.
