
Trece años después, Queen, hoy con Brian May y Roger Taylor como únicos miembros originales, vuelve al ruedo de la mano de The Cosmos Rocks, un álbum que tiene en voces a Paul Rodgers, ex Free y Bad Company, quien acompaño a esta renovada reina en la gira europea, norteamericana y asiática de 2005. La edición del CD y DVD Return of the Champions registra dicha gira con un compendio de éxitos queeneros, y algunas perlitas de Rodgers en su respectivas agrupaciones.
Pero tres años después, ya un disco en estudio bajo el mote de Queen + Paul Rodgers le ha dado que hablar a los siempre y listos detractores, ya antes de su edición. Primero, que no debían usar el titulo de la reina, luego que el vocalista nada tiene que ver con el estilo de Freddie Mercury (Por cierto único en su género. Quién podría siquiera parecerse), y finalmente, ya con el CD en sus manos, que sus canciones nada se parecen al viejo Queen. Pero digo, ¿por qué deberían tener alguna semejanza?. Olvídense de aquel grupo que hizo historia, que marcó a fuego dos décadas a base de hit tras hit, y que dio dos de los músicos más importantes del rock contemporáneo. Lo cierto es que no hay que analizar a The Cosmos Rocks como un trabajo de aquel Queen, sino como una continuación de las carreras solistas de Brian y Roger, con tintes e influencias por supuesto a la reina, pero con el aporte indudable y bien marcado de Paul Rodgers, con lo cual la fórmula escogida para dar nombre al disco y a la nueva gira no pudo ser mejor.
El álbum comienza con una de las mejores piezas de la placa, Cosmos Rockin, que posee una intro ala One Vision, par luego dar rienda suelta a un rock and roll en la vena de Bob Seger o Brian Seltzer. De lo más ganchero y pegadizo del álbum. Time To Shine, sin ser nada del otro mundo, enretiene, y destaca un gran trabajo de voces de Paul y un pegadizo estribillo. Still Burnin no logra conmover, y su blues añejo no los muestra del todo cómodos. Small, la primera de las cuatro baladas, comienza demasiado tibia, y con un estilo country folk, de guitarra acústica que nunca termina de despegar. Buen tema, pero a mi gusto demasiado tímido.
El CD repunta en Warboys, canción perdida del Rodgers solista, readaptada por May y Taylor a un hard rock fenomenal de pura garra y pasión en la ejecución de la Red Special, y tras los parches respectivamente. We Believe de connotaciones religiosas, irrumpe en escena como uno de los temas más poperos, y que bien pudo ser parte de Happiness (primer disco solista del batero Roger Taylor). Hacia el nudo del disco aparece uno de los pocos 100% Queen, la pop Call Me, para que se den una idea en el ala de Back Chat o Lazing on the Sunday Afternooon. Una delicia el solo de Brian. ¡Exquisito!.
Voodoo , ya desde el vamos no conmueve, pero es la excusa perfecta para disfrutar nuevamente de la viola del gran Brian, en una pieza antónima al resto del disco, y en la vena de Santana. Otra de las baladas a destacar es Some Things That Glitter, gran tema, gran melodía y gran interpretación. Sin dudas un tema superlativo. ¡Que bien hubiese quedado en la voz de Freddie.......!. Y llegamos al simple de la placa, C-Lebrity, medio tiempo a puro hard rock y del bueno, que si bien posee un estribillo bastante sonso, por suerte suena mucho mejor en estudio que en vivo, donde pierde fuerza y gracia. No se pierdan el solo final de Brian May.
The Cosmos Rocks esta llegando a su fin, y la intimista Through the Night, es otro de los temas en la vena del primer trabajo solista de Taylor, para dar precisamente paso a Say Its Not True, canción compuesta por el baterista, y que ya ha sido corte años atrás con fines benéficos destinados a la fundación Nelson Mandela. Por supuesto, aquí renovada y más potente.
Llegando al final aparece el anteúltimo track, Surfs Up.....Schools Out!, el cual prefiero pasar siempre por alto. Lo aborrezco, no entiendo por qué la tocan en vivo, es más, reemplazó a One Vision. Un verdadero sacrilegio. Finalmente, al igual que sucediera en Made in Heaven con Its a Beautiful Day, vuelven a finalizar una placa con otro reprise, en éste caso de la balada Small. Buena decisión.
Está claro que habrá quienes lo odien, y a otros que les fascine, pero lamentablemente ha pasado mucho tiempo, las cosas han cambiado drásticamente y para la mayoría del común de los oyentes The Cosmos Rock pasará desapercibido. No así el fantástico show de casi dos horas y media, treinta temas, hoy desplegando en el viejo continente, y que en noviembre los verá por éstos pagos. Porque en definitiva si bien El Show debe Continuar, Quién Quiere Vivir para Siempre.......
Alexis L. Berman